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lunes, 1 de septiembre de 2014

Las raíces timerias y el catolicismo gibelino, solar y patriarcal




 Las raíces timerias y el catolicismo gibelino, solar y patriarcal”.
Por Titus Luxonicus.

Las raíces de Timeria son indiscutiblemente católicas, porque siguen la Santa Tradición originaria y auténtica otorgada por Dios, hace aproximadamente seis mil años atrás, antes de que el mundo clásico comenzara su decadencia por la introducción judaica de la democracia. Es muy común decir la supina ignorancia de que la “democracia” surgió en Grecia, pero eso no es cierto; según Aristóteles la “democracia” (en griego, “gobierno del pueblo”) era la forma torcida o impura de la “politeia” (en griego, “gobierno de la polis”), la cual usualmente se traduce como república (del latín, “res pública”, o sea, “la cosa pública”).
Cualquiera que lea los tratados políticos de Aristóteles y otros filósofos griegos, sabrá que la “democracia” NO era la forma de gobierno más aceptada por la Antigua Grecia ni por la Antigua Roma; Roma de hecho mejoró cuando se convirtió en un Imperio, gracias a Octavio Augusto.
El mundo antiguo clásico greco-romano, plantó las bases para la gloriosa Civilización Occidental Cristiana y Aria, una civilización solar y patriarcal, imbuida con un profundo espíritu monárquico-aristocrático, con un sentido jerárquico de la vida, pues así es la naturaleza: jerarquía, orden, monarquía-aristocracia. El espíritu cristiano-católico, tiene sus raíces en los filósofos griegos clásicos, como Platón y Aristóteles; el primero aportó el idealismo y el segundo el materialismo (uno sano, nada que ver con el materialismo ateo contemporáneo); y ambos fueron los pilares de la patrística antigua y la escolástica medieval, y por eso se los denomina como “proto-cristianos”.
Cuando Atenas se comenzó a llenar de la asquerosa “democracia”, entonces ahí comenzó su decadencia y cayó el Imperio helenístico (el que había conquistado Egipto, gracias a Alejandro Magno y luego la dinastía tolemaica), siendo luego sustituido por el Imperio Romano: patriarcal, solar, monárquico-aristocrático, marcial, viril. Así el Imperio Romano fue el continuador de los valores solares espartanos, provenientes a su vez, de los arios (del sánscrito “aryan”, que quiere decir, “nobles”), de los proto-indoeuropeos, los atlantes e hiperbóreos, los hijos de Jafet, el padre de la raza aria o blanca. Fue esta raza, la más poderosa de la historia, la creadora de la Civilización, la única capaz de hacerle frente a la barbarie y al paganismo.
¿Qué es el paganismo? El paganismo (del latín “paganus”, campesinos) NO era la religión oficial de los antiguos griegos y romanos, sino que era la religión de los bárbaros incivilizados, incultos, demócratas e igualitaristas. En verdad los civilizados (civilización significa la vida en ciudades), eran los romanos y griegos (y luego los cristianos) quienes vivían en ciudades y creían en la religión solar europea antigua; dicha religión adoraba dioses arios, solares y patriarcales (las diosas femeninas, no eran matriarcales tampoco, pues obedecían a sus respectivos maridos; Zeus es era “el padre de todo”) y era una religión patriarcal y viril, amante de la guerra, el honor y el coraje; era una religión de orden, disciplina, moral y respeto. Y ¿cuál era la continuidad lógica a toda esa religión antigua? Pues simple y llanamente el cristianismo, y cuando hablo de cristianismo me refiero al cristianismo auténtico, original y católico, fundado por nuestro Señor Jesucristo; un cristianismo que prosiguió con la tradición solar y patriarcal de la Antigua Grecia y Antigua Roma.  
El cristianismo de hecho, pese a haber surgido en Galilea (Palestina) se desarrolló en Europa y tuvo como raíces al viejo “paganismo” (religión solar europea), que se unió con sus raíces hebreas vétero-testamentarias. En el Antiguo Testamento se hablaba claramente de la llegada de un Mesías, ese Mesías llegó, existió y es Nuestro Señor Jesucristo (quien NO es judío), quien eligió a doce discípulos, de los cuales once eran arios y sólo uno era judío: Judas Iscariote.
Ahora bien, ¿de dónde surgió en realidad la tan idolatrada democracia? La misma, tuvo su origen del culto lunar: matriarcal, femenino, pacifista, hedonista, tendiente al homosexualismo (es una gran farsa eso de que “los griegos y romanos fueron homosexuales”; por el contrario, se trataba de una sociedad patriarcal y viril, que despreciaba a los homosexuales), igualitarista, tolerante con el crimen, en fin, toda la basura modernista que hoy padecemos. Recordemos que el Evangelio según San Lucas, enseña que cuando Poncio Pilatos consultó al pueblo judío a quién querían salvar de la crucifixión, el populacho judaico eligió perdonar al asesino Barrabás y crucificar a Jesucristo. Hoy, la democracia sigue haciendo lo mismo; en Uruguay por ejemplo, el populacho ignorante e inculto eligió como “Presidente” al hombre más vil, ignorante e inculto de todos: el terrorista tupamaro José Mujica. Y así sucede en muchos países; por eso triunfa el liberalismo y el marxismo; la culpa la tiene la democracia, que es de origen judío, pues mientras el patriarca Moisés (no “judío”, sino hebreo) fue a buscar las santas tablas de los Diez Mandamientos, el populacho ignorante votó por fundir el oro (el culto al oro, el culto al dinero, que hacen los usureros judíos, dueños de la banca internacional, el “Almighty G.O.D.”: “Gold Oil Diamond” de los judíos…), para hacer un becerro y adorarlo (Éxodo 24: 12-18; Éxodo 32:1; Éxodo 32:4; Éxodo 20:1-6,22, etc). Eso, es idolatría, adoración al diablo; de ahí que la “democracia” es el gobierno del diablo, pues por el pueblo habla el diablo, mientras que por el contrario, por los aristócratas (del griego “aristoi”, los mejores), y por el rey o emperador, habla Dios, pues ¡Cristo es Rey!
Decir que N.S. Jesucristo no existe o nunca existió es basura atea, que no se lo creen ni ellos mismos. Surge del pecado, especialmente de la blasfemia y la idolatría, de la soberbia y por ende, el culto al diablo. Tal forma mezquina de pensar, es la denominada Izquierda (del latín “sinister”, que significa el mal); esa es la forma lunar, afeminada, igualitarista y democrática, la “moral de esclavos”, la que incentiva el hedonismo, la inmoralidad y la decadencia, esa misma que consiente demasiado a los niños, convirtiéndolos en maricas o mafiosos, y que deja a las mujeres convertirse en machonas que usan pantalones y compiten con el hombre. Esa es la sociedad matriarcal, que en realidad no valora a la mujer, las usan como objetos, pues total, para ellos la mujer y el hombre son lo mismo y por eso, invierten todo (todo lo que la Biblia condena, tanto en AT como NT, en Deuteronomio, por ejemplo), y los varones se comportan como mujeres y viceversa.  
Por el contrario, la Derecha (del inglés “right”, el derecho, lo justo, lo correcto, el bien) es el pensamiento solar, patriarcal, jerárquico, anti-igualitario y anti-demócrata; somos nosotros los monárquicos, los fachos, los racistas, etcétera; somos nosotros los machos y fachos, quienes en verdad respetamos a las mujeres y las tratamos como personas dignas (como damas) y no como objetos; y como nosotros sabemos que las mujeres son frágiles, entonces las protegemos y valoramos su feminidad.
La antigua religión solar grecorromana, así como la nórdica y la hindú brahmánica, se basaban en el patriarcado, el cual establecía un culto ascendente, para el Sol, el cielo y los ancestros; su dios mayor era el “dios padre” o “rey de los dioses”, es decir, Odín-Wotan o Zeus-Júpiter, que eran dioses celestes, patriarcales, padres de dioses y héroes; todo lo contrario de las diosas matriarcales como la “madre tierra” o la “pacha mama”. De hecho, estos dioses solares grecorromanos y nórdicos—así como también los hindúes y de otras religiones solares—fueron inspirados en el auténtico Dios cristiano Uno y Trino. Así Odín-Wotan y Zeus-Júpiter, es una interpretación tergiversada del Dios Padre del Antiguo Testamento o Yahvé; de ahí que luego no le resultó tan difícil a la Santa Madre Iglesia Católica convertir a los creyentes europeos en la religión solar antigua, y esa es la verdadera razón de por qué Europa y no ningún otro continente, fue donde más floreció el cristianismo. En los otros continentes, los bárbaros y paganos, siguieron creyendo en sus religiones matriarcales y por eso el cristianismo nunca los convenció y así por ejemplo, los amerindios y los negros siguieron en el atraso cultural durante siglos, hasta que los civilizados europeos cristianos los evangelizaron y civilizaron.
Las diosas de la religión solar, tales como Atenea griega o las valquirias, eran diosas guerreras, pero a la vez femeninas y patriarcales, que obedecían al “dios padre” y respetaban la autoridad patriarcal; todo lo contrario de las diosas hedonistas lunares, que no pasaban de brujas sanguinarias y prostitutas hedonistas. Mientras en las religiones solares o derechistas (el “camino de la Mano Derecha”) predomina el sacerdocio masculino otorgándose importancia a la castidad y a la virginidad en las “sacerdotisas” o monjas; por el contrario, en las religiones lunares o izquierdistas (el “camino de la Mano Izquierda”) predomina el sacerdocio femenino, despreciándose la castidad e incentivando la prostitución; así las sacerdotisas o monjas solares son vírgenes, mientras que las sacerdotisas lunares son unas prostitutas, es decir, las brujas o hechiceras sucias que hacen “pactos con el demonio”.
Mientras que en el “camino de la Mano Derecha” se enfatiza la ética, la moral, el bien común y lo positivo; en el “camino de la Mano Izquierda” se enfatiza el egoísmo, la soberbia y todo lo negativo o malvado; la primera es la Magia Blanca, es decir, la magia que usa por ejemplo la Santa Madre Iglesia en sus Misas Tridentinas; mientras que la segunda es la Magia Negra, que usa por ejemplo la falsa Iglesia del Vaticano II, en sus falsas misas modernistas y protestantizadas (judaizantes). ¿Por qué decimos “protestantizadas” o “judaizantes”? Porque las misas modernas no tienen magia, son misas vacías, con conjuros vacíos, donde NO existe presencia real de Nuestro Señor Jesucristo, y así es para los protestantes. Éstos NO creen que en la Santa Eucaristía exista presencia real de N.S. Jesucristo; ellos NO creen en la transubstanciación bíblica, y sus creencias son judaizantes. Si bien Lutero era un anti-judío declarado, él sin embargo, se opuso al “paganismo” católico (es decir, a los elementos solares que posee sólo la Iglesia Católica Romana) y por eso en el fondo fue judaizante. Mientras los católicos creemos en la Santa Virgen María, Madre de Dios, y le rendimos el apropiado culto a los santos, beatos, siervos de Dios, ángeles y héroes, así como el apropiado culto (que NO es idolatría, sino veneración, que es muy diferente, y está en la Biblia, por ejemplo, cuando Dios mismo mandó al Rey Salomón construir un Templo y hacer imágenes para venerarlas) a las imágenes representativas de N.S. Jesucristo, la Virgen y los santos; los protestantes ignorantes, dicen que todo eso es “idolatría”, pues no saben diferenciar adoración de veneración, y ellos blasfeman contra la Santísima Virgen María, incluso llegando a la osadía de decir que ella no era virgen y tuvo otros hijos, lo cual es falso, tal cual enseña en la Santa Biblia, Palabra infalible de Dios. Demás está decir, que los protestantes (así como los cismáticos orientales) niegan la primacía del Papa (es decir, que él es el Vicario de Cristo) y su infalibilidad pontificia, así como muchos santos concilios ecuménicos también infalibles. La autoridad apostólica y romana del Papa, es un concepto claramente patriarcal y solar; mientras que el César (Emperador Romano) ostenta el poder temporal, el Papa ostenta el poder espiritual, y ambos poderes, deben de estar siempre en equilibrio, pues así lo ordena Dios.
Ciertos ignorantes alegan que el cristianismo fue la causa de la decadencia del Imperio Romano, pero eso son puras patrañas; gracias al Emperador Constantino el Grande, el Imperio se transformó en Santo Imperio Romano y fue bendecido por Dios; la causa de la caída (temporal) del Imperio, no tuvo nada que ver con religión, sino con problemas bélicos y políticos, causados por la invasión de los bárbaros (lunares). Gracias a Dios, pocos siglos después, el Imperio renació como el ave Fénix, y mejor que nunca, en el año 800, con la coronación de Carlomagno, y surgió entonces el Santo Imperio Romano Germánico, que duró como mil años y podría haber seguido, sino fuera porque abolieron el título para que Napoleón (el liberal, masón y usurpador) no se lo robara. Y dicho sea de paso, el fascismo italiano y el nacionalsocialismo alemán, intentaron restaurar ese Imperio, a través del Segundo Imperio Romano italiano y el III Reich alemán; Franco hizo lo suyo, intentando restaurar el Imperio español.
Lástima que luego de la catástrofe de 1945, ocurrió el triunfo (parcial, ya habrá revancha, ¡ya verán!) de la Izquierda (la Siniestra), del matriarcado, de este mundo moderno afeminado y lunar (nótese que la Luna—mora, musulmana—así como la estrella—judía, satánica—son símbolos de oscuridad, símbolos de la noche; mientras que el Sol, la cruz o la esvástica, son símbolos del día, símbolos de luz), donde la satánica democracia y el igualitarismo imperan. Sobrevivimos en este mundo oscuro, bajo el imperio del “camino de la mano izquierda”, bajo la influencia de sus instituciones como el satanismo, la democracia, el liberalismo, el marxismo, los iluminados (Iluminati), los carbonarios, los comuneros, la masonería, el judaísmo, el templo de Set, la Ordo Templi Orientis, etcétera.
Timeria es entonces, un “lugar para el honor” y aquí no existe lugar para la cobardía ni el hedonismo; por eso nosotros reconocemos el valor histórico y cultural de la antigua religión solar indo-europea, pero no la practicamos ni la incentivamos de modo alguno, pues el cristianismo católico romano es la continuación lógica de esa antigua tradición indo-europea, solar y patriarcal.
Nosotros pertenecemos al Camino de la Mano Derecha, que se identifica particularmente con esta religión de Luz, de Verdad, de Justicia y de Libertad (no de libertinaje, como los paganos lunares), que es el cristianismo católico romano; y además dicho sea de paso, gibelino, que quiere decir, estar a favor del equilibrio justo entre el César (con su poder temporal) y el Papa (con su poder espiritual). Nosotros defendemos pues un cristianismo positivo, un catolicismo positivo, gibelino, solar y guerrero, donde el honor y el valor, son fundamentales, al igual que la caridad y la misericordia y la justicia; pues N.S. Jesucristo el Mesías, nos enseñó que Él no ha venido a traer la paz sino la espada (Mateo 10:34), es decir que el cristianismo antes de ser una religión de paz (que también lo es, claro está) es una religión de Justicia.
Actualmente, luego del fallecimiento del último Papa Su Santidad Pío XII, en 1958 y luego del Conciliábulo Vaticano II de la década de 1960, la Santa Sede ha sido usurpada por los modernistas judaizantes, paganos lunares y protestantizados, convirtiendo a Roma en la Ramera de Babilonia, que fornica con todos los “reyes de la Tierra”, a través de la idolatrada democracia, la cual es—como dijimos anteriormente—el gobierno del diablo. Ellos están siguiendo el camino de la Mano Izquierda, el camino de la oscuridad; mientras que nosotros seguimos el camino de la Mano Derecha, el de la magia blanca, el de la alquimia, el camino de los cruzados, de los inquisidores y los monjes guerreros, el fiel sacerdocio viril y marcial, que lucha por la Libertad y la Justicia, en contra del totalitarismo democrático igualitarista del mundo moderno, podrido y hedonista, consumista e incrédulo, vacío, que no cree en nada y no le importa nada.
Por todo esto Timeria se enmarca dentro del catolicismo romano ultramontano e integrista, continuando con la llama de la Santa Tradición—que no es la adoración de cenizas, como diría Chesterton—y siendo así, como cristianos, los verdaderos continuadores de la Antigua Grecia y Antigua Roma; y por tanto, dentro de CELTIC y junto con COPVS, en el V SUIS, el último bastión de la otrora gloriosa Civilización Cristiana, Occidental y Aria, que no tardará en resurgir.


Fuentes consultadas:

Santa Biblia: AT y NT.
Santa Biblia: Éxodo.

3 comentarios:

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    1. 1)- Tú NO puedes opinar aquí (¿no notaste que ya no opinamos más en tus páginas, desde hace bastante tiempo?)
      2)- Nos importa tres pepinos las "imitaciones"; somos otra cosa y lo sabes.
      3)- Los ORTODOXOS somos nosotros los católicos, NO los cismáticos orientales:

      Papa Bonifacio VIII, Unam sanctam, 18 de noviembre de 1302, ex cathedra:

      “Por apremio de la fe, estamos obligados a creer y mantener que hay una sola y santa Iglesia católica y la misma Apostólica, y nosotros firmemente la creemos y simplemente la confesamos, y fuera de ella no hay salvación ni remisión de los pecados. (…) Ahora bien, SOMETERSE al Romano Pontífice, lo declaramos, lo decimos, definimos y pronunciamos como de TODA NECESIDAD de salvación para toda criatura humana

      Sólo los católicos somos cristianos.

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  2. Buen artículo, lo difundiré en unos días. Saludos.

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